La Monumental - Barra Brava del América
El América estaba en una grave crisis, el equipo más importante de México cumplía 10 años sin ganar un campeonato y las campañas se empezaban a tornar desesperantes y con pocos resultados. Después de más de 15 años consecutivos calificando a la liguilla, los cremas habían tenido fracasos al quedarse en la orilla para disputar el título en dos liguillas en tan solo dos años. Había cambios constantes de presidentes en el Club y las entradas en el Azteca empezaban a ser demasiado pobres para lo que el América significa dentro del fútbol mexicano.
Las ya clásicas porras americanistas brillaban por su poco carácter y por su mínimo amor por el equipo. Grupos de animación que no animaban a nadie y que estaban integrados por personas adultas que no hacían sentir el americanismo en el Estadio Azteca. Grupos demasiado cerrados a nuevos integrantes y aún más, para adoptar nuevas formas de apoyo a un equipo que necesitaba más que nunca de su eterna y fiel afición.
Había que hacer algo, era evidente, si no, lo único bueno que tenía en ese momento el equipo empezaría a decaer también. Afortunadamente eso no sucedió y los seguidores americanistas dijeron presente para regresarle al equipo los años gloriosos que hicieron grande a esta institución.
Un grupo de 15 americanistas, todos ellos jóvenes, y para vergüenza de las porras americanistas, la mayoría de ellos nunca habían visto campeón al equipo, se adueñaron de la cabecera norte de la tribuna alta del Azteca colgaron por primera vez el ya clásico y tan afamado trapo de LA MONUMENTAL y comenzaron a entonar el "Ame, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo..." ante la mirada incrédula de los asistentes a ese juego, quienes no estaban acostumbrados a ese tipo de apoyo.
Seguramente la mayoría de la gente pensó que la barra no tendría éxito, que después de pocos partidos desaparecería o que esos primeros integrantes desistirían de su intención de hacer pesar realmente la localía en el Coloso de Santa Úrsula. Pero no fue así, y al siguiente partido, en la liguilla del Verano'99, en un juego contra el Santos donde teníamos que ganar por tres goles para calificar a la liguilla, La Monumental juntó aproximadamente a 200 americanistas dispuestos a dejar todo en la tribuna para darle el triunfo al América. Al final, nos quedamos en la orilla, ganamos 2 a 0 y nos guardamos las ganas de estar presentes en otra semifinal.
Los primeros integrantes de la barra siguen ahí alentando, a pesar de que ha habido innumerables represiones contra ellos por parte de la policía y de la misma directiva americanista. Incluso con las declaraciones del presidente de que La Monumental había desaparecido.
Pero la Barra sigue, ahora cobijada por miles y miles de americanistas que se dan cita cada 15 días en la cabecera norte para cantar y dejar el alma en las gradas por y para el América, para que el América le devuelva a esta gente la alegría de un campeonato, ya que esta Barra mostró que no dejará al equipo y que lo apoyará incondicionalmente, sobre todo en los malos momentos.
Y aunque la policía, la directiva y los medios de comunicación califiquen a La Monumental de violenta y agresiva, la Barra ha mostrado que siempre va a defender los colores y a la gente del América.
"La Monumental, la vieron nacer, ¡pero jamás la verán morir!"
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